Esta ruta, protegida desde tiempos inmemoriales, sigue siendo utilizada por la comunidad para la recolección de piñones, traslado de animales en época de veranadas y cosecha de hierbas medicinales.
El territorio, que comprende el lof, comienza a las orillas del lago Calafquén para luego subir por un cordón montañoso que atraviesa bosques milenarios y cuevas volcánicas para llegar hasta las mismas faldas del volcán Villarrica o Rukapillán.
El sendero, rico en flora y fauna nativa, atraviesa variados microclimas de bosques templados lluviosos, pudiendo observar una gran cantidad de ejemplares de especies endémicas como hualle y maki, avellanos, laurel, chilco, ulmo, coihue, tepa, arrayán, matico y murta; hasta llegar a bosques de montaña con milenarias lengas, mañíos e imponentes araucarias o pehuen.