El dilema de la verdad en redes sociales
La verdad en las redes sociales es un problema gigantesco, un dilema no revelado. Las redes sociales son aplicaciones o plataformas de publicación de datos de un usuario, para los contactos de ese usuario y los contactos de los contactos, de otros usuarios. En Facebook, por ejemplo, se permite tener hasta 5000 contactos. Y si esos 5000 tienen cada uno 5000, el alcance es gigantesco.
El mismo algoritmo usan Tik tok, Instagram, Twitter y otros. Ahora bien, si nuestro usuario escucha por ahí que apareció una sirena en el lago Calafquén y lo publica para que sus 5000 “amigos” se enteren del fenómeno con el fin de informar y hacer noticia y su publicación no pasa desapercibida; podrá suceder que algunos creerán a pie juntilla la noticia, otros dirán que está loco, otros se preguntarán qué es lo que consume. Algunos comenzarán a buscar en la misma red información al respecto. El ingreso al flujo de la red social está desatado.
Descubren sirena en el Calafquén
En efecto, se hace real la ilusión y uno de los amigos de los amigos de los amigos de nuestro usuario, lee que las sirenas si existen y que es muy posible que vivan en la profundidad kilométrica del Calafquén y otros lagos cercanos como el Pellaifa, el Panguipulli el Riñihue o el Pullinque. Inclusive, dice tener una foto que hizo cuando estuvo de vacaciones en el lago y la adjunta a su opinión.
Comienzan los dimes y diretes, las risas y manitos arriba, caritas de asombro, algunos me importa y las críticas y mofa de algunos que defienden a la luz divina y acusan al dueño de la foto de hacerle propaganda al con cola. Se unen al flujo de opiniones enlaces a páginas, mas fotos y respuestas diversas hasta que de improviso, aparece uno de prensa y levanta el posteo a un medio nacional y ya es tarde. El supuesto pasa de convertirse en chisme a duda científica, a investigación y por lo tanto a algo verdadero: pueden existir sirenas que habitan en el circuito de los siete lagos.
La verdad es una señora incrédula
La verdad se quedó en el camino esperando a las pruebas, al dato real a la cifra y el informe que la ayuden a ser quien diga la última palabra al respecto.
El mismo fenómeno de la credulidad puede suceder con cualquier contenido de las redes sociales. Es decir; con el arriendo de cabañas, con la oferta de un servicio, con la oferta de un producto – por eso algunas personas hacen presentaciones en vivo de sus servicios – o lo que se ofrezca con fines de lucro en general.
La única forma de acreditar la verdad es mediante un certificado otorgado por el Estado llamado Cédula de Identidad o Pasaporte.
Acreditar la verdad
Las compañías como Facebook y todas las otras, usan el teléfono celular, el email y la biométrica georreferenciada para asegurar la identidad de sus usuarios, lo que las hace vulnerables, porque un número de teléfono, un email o la georreferenciación del usuario no ameritan su identidad y su registro de identidad nacional. Un aparato electrónico no puede ser y no es reconocido como garante de identidad por ninguna autoridad competente. Hasta hoy, lo que acredita que una persona existe son: el carnet de identidad, el pasaporte y el carnet de manejar además de cualquier otro documento entregado por la autoridad competente. El RUT no se puede usar porque es solo un identificador de dicho registro, no la identidad misma.
La verdad de la verdad con garantía e identidad
De esta manera las redes sociales, los contenidos – mercantilizados, sujetos a compra y venta– de internet solo pueden ser garantizados por su gestor mediante su acreditación. Sea esta personal o de factura empresarial.
En el caso de una plataforma, que tiene una identidad asociada a un servidor y un dominio puede esta regular y solicitar que cualquier contenido expuesto sea VERIFICADO de manera que se pueda CERTIFICAR que lo expuesto bajo ese dominio – por ejemplo en www.coñaripe.com – www.localbook.cl – www.arriendocabaña.com www.chilearrendar.cl – www.liquiñe.com – es verdadero, existe, fue publicado por una persona real y no un bot de Internet y que lo expuesto en el contenido publicado corresponde a la verdad.
En conclusión. Ninguna red social conocida puede asegurar que sus contenidos son cien por ciento verdaderos, que el aviso de arriendo de una cabaña, que la prestación de un servicio conocido, que el producto ofrecido en el mercado de esa red es real, tangible, verdadero y comprobado. Ninguna red social puede asegurar eso porque no pueden asegurar y ratificar la identidad de sus usuarios, sobre todo cuando estas estan contaminadas de bots de posicionamiento, marketing de volumen de datos y afectadas por la participación activa de todos y cada uno de los usuarios con el poder mercantil de descalificar lo ingresado como verdad por influencia política, religiosa o de culto.
Página de aterrizaje con contenido verificable
En cambio, una página de aterrizaje con contenido original, generado por su dueño o representante, que además se puede verificar por terceros y que solo su dueño pueda generar, es el contrapeso y la fuente de quienes hacen uso de Internet, para “buscar y obtener” información fidedigna, con fidelidad cultural y comprobada, mediante datos estructurados que permitan contactar directamente a su gestor – teléfono, whatsap, dirección postal o comercial, mapa de ubicación, email y mas – con un clic y tener la seguridad de que lo informado, corresponde a la verdad es, en definitiva, la solución “glocal” al dilema de la ilusión en las redes sociales.